jueves, 17 de marzo de 2016

¿Qué son los estilos de crianza?

Son las prácticas, técnicas, estrategias  y formas de disciplinas que las personas 
utilizan en la crianza de los hijos/as. Incluye las pautas y creencias  sobre la crianza.
Los estilos de crianza son importantes porque la forma en que un padre interactúa    con su hijo/a sienta las bases para el desarrollo social y emocional del niño/a e         influye directamente  en la conformación de la personalidad del hijo/a.




Existen cuatro estilos de crianza:

1.Autoritario
2.Permisivo
3.Negligente
4.Con autoridad

¿Cuál estilo describe mejor en la forma de como

fuiste criado?

AUTORITARIO 

Los padres creen deben tener el control absoluto sobre sus hijos, por lo tanto
éstos  deben  obedecer sin cuestionarlos. Los padres y madres autoritarios,  
establecen reglas estrictas para  mantener el orden sin demostrar mucho cariño
 a su hijo. Les dicen a sus hijos lo que deben hacer, tratan de hacerlos obedecer,
sin darles explicaciones y no les dan opciones para escoger. Si no los obedecen 
utilizan el castigo. 



Los niños con padres autoritarios tienden a…

•Los niños acumulan “grandes dosis de agresividad”  y  enojo.
•Sus logros escolares son pobres, muestran poca iniciativa y creatividad.
•Les cuesta obedecer.  Suelen tener escasas habilidades sociales.
•Los niños se vuelven agresivos, hostiles y las niñas pasivas, introvertidas,
  inseguras, irritables e inadaptadas sociales.

•Pueden ser personas sumisas y que aceptan todo lo que se les impone.

PERMISIVO

Aquí las normas prácticamente no existen, los padres ceden habitualmente
ante los requerimientos de sus hijos y, por lo tanto, la dinámica dentro de la
casa es bastante anárquica. Los niños no tienen claro qué es correcto y qué no lo
es. Estos padres y madres tienden a aceptar el comportamiento de su hijo sea este
adecuado o no, sin hacer comentarios ni correcciones. 


Los niños con padres permisivos tienden a…

•Ser inseguros, con baja autoestima y sin  metas en la vida 

•Tornarse destructivos y con falta de control de impulsos.

•Baja tolerancia a la frustración, por no estar acostumbrados a un No como respuesta.

•Piensan que tienen derecho a todo, por el contrario ningún deber.

•En ocasiones cuando la permisividad se mezcla con el autoritarismo puede llevar a   los

       niños a la delincuencia.

NEGLIGENTE

Los padres negligentes o indiferentes  se implican muy poco en la educación
y crianza de los hijos. Suelen ser fríos y distantes con los hijos,
Nula sensibilidad hacia las necesidades de los hijos,  Ausencia de normas, y en
 ocasiones además someten al hijo a severos castigos, Escasa comunicación con

los hijos, Hostilidad, rechazo y distanciamiento emocional.


Los niños con padres negligentes tienden a…

•Poseer baja autoestima.

•No acatar ninguna norma ni límite.
  
•Tener escasa empatía, no son sensibles a las emociones de los demás.


•Son muy vulnerables a los conflictos sociales y personales.

CON AUTORIDAD 

Los valores de crianza están basados en la Disciplina positiva, es decir, en el
amor y la firmeza de los límites con dignidad y respeto. Los padres y madres que
usan este estilo de disciplina, les explican a sus hijos las razones de las cosas y los
ayudan a adquirir  responsabilidad en sus acciones, tiene mucha paciencia y 
fomentan la autodisciplina. 


Los niños con padres con autoridad tienden a:

•Poseer  mejores logros escolares porque sus papás le dedican
•Muestran mayor creatividad e iniciativa.

•Toleran mejor la frustración. Muy buen afecto y relación con los padres.
tiempo.

Lo que pueden hacer los padres:

•Enseñar límites en el comportamiento. A los niños les gusta
conocer sus límites y es importante que les enseñe lo que es
aceptable e inaceptable.
•Ser constantes con lo que le enseñe  respecto de su comportamiento y dar
instrucciones claras.

•Darles la oportunidad para que escojan entre diversas opciones, esto reduce las 
resistencias.

•Reforzar las conductas positivas.

•Elogiarlo cuando lo merezca.


•Sancionar la conducta y no al niño.

miércoles, 9 de marzo de 2016

•Controlar nuestras emociones. No podemos
enseñarles un buen comportamiento si es que estamos
alterados.
•Ser un buen ejemplo. Los niños aprenden por imitación, y son los padres

sus principales referentes.